Calles de Taxco y sus Plazuelas o Plazas.
Las calles de Taxco de Alarcón contienen las calles más angostas de todo México, estas mismas fueron pensadas para recorrer en carreta
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A partir del surgimiento de “Google Mapas México” se llevó a cabo más sencilla comprender sus principales calles, sin embargo no Google Mapas tiene Vistas de Calle de todos los Callejones de Taxco, no los del Centro.
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Listado de las calles de Taxco Guerrero
De inmediato de redactar estas líneas, quisiera que estas imágenes les puedan ayudar a tener un procedimiento más clara de lo cual representa Taxco y sus callejones, ya que hemos clasificado y localizado cada foto una por una, en (Google y panoramio.com) para que la muchedumbre que nos visita se ubique más sencilla en nuestra metrópoli colonial.
Plazuelas, Plazas, Atrios y Miradores de Taxco
Las calles del centro de Taxco, en la mayoría de las situaciones acaban en entronques a los que les llamamos Plazuelas o Plazas, además conocidas como Atrios para ubicarlas más facilmente. Enseguida hemos resaltado varias:
Juan Helguera y las calles de taxco
Así la misma gente taxqueña en oportunidades ni conocemos nuestra metrópoli de procedencia.
Para redactar Callejones de Taxco, el compositor Juan Helguera pudo memoria de los recuerdos que había acopiado en diversas visitas a la bella urbe de Guerrero y una vez que le propusieron que hiciera dicha parte retornó a recorrer la ciudad para nutrirse de sus rincones, sus luces y resonancias plásticas y sonoras.
Ha sido una inmersión en ese embudo sorprendente. Caminé de nuevo los callejones que más me gustaban y me mencionaban algo. No hice ni una navegación bibliográfica o cualquier otra cosa parecido, simplemente recogí sus imágenes e hice la parte. Soy un simple conocedor visual de Taxco?, dijo el prestigiado constructor mexicano.
Helguera muestra en Callejones de Taxco es menos un embudo que un laberinto del que se desprenden las incidencias del a cada una de horas de una pequeña ciudad de 150 mil ciudadano; colgada de la falda de una sierra alta, cortada y escalonada en terrazas pobladas con casas de cal y canto, con tejados de 2 aguas y abiertas por alrededor de 75 calles angostas que todavía hace medio siglo eran principalmente transitadas por personas y bestias de carga.
Un laberinto colmado de platerías, talleres de orfebrería de los que por ahora se desprenden antiguos sonidos de martilleo; fondas, posadas, hoteles, agencias de viaje, parroquias, santuarios, capillas y plazuelas en las que se vierten mercancías de cocina, agrícolas y artesanales de las sociedades originarios de la vieja Chontalpa.
Las referencias históricas de Taxco permanecen a la perspectiva y atrapan al viandante con la nomenclatura de los callejones, procedente la mayoría de la primera roca, el primer muerto o el primer espectro germinado en la callejuela. Además de retener intacta su arquitectura colonial, Taxco tiene el mérito de no haber desplazado los nombres autenticos de sus calles, conservando así el parentesco directo de éstas con el hecho histórico, la anécdota o la leyenda que los engendró hace varios siglos.
De este venero comunitario, tan rico y más duradero que la plata, se nutrieron Helguera y los demás 14 eminentes músicos que han homenajeado a Taxco ?Ernesto García de León, Gerardo Tamez, Julio César Oliva, Juan Falú, Guillermo Flores Méndez y Manuel López Ramos? y se han alimentado escritores locales como Sinecio Moctezuma y Rogelio Avilés Ocampo para cambiar en libros mucho más de medio centenar de leyendas.
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La resonancia a plata, a sol y a laberinto minero que por ahora flota sobre Taxco está grabado en los nombres de callejones como Cenas Oscuras, Las Estacadas, El Corcovado, Pajaritos, de el deceso, Chachalacas, del Hundido, del Resbalón, de la Palma, del Arco; de plazuelas como Bernal, San Juan, San Nicolás y de los Gallos; de barrios como el del Chomello, Cantarranas, de la Mulata, de la Garita y de los Jales; y de casas populares como de Chavarrieta, Vidaurreta, del Jumil, Humboldt, del Nosocomio, del Verdugo y La Lágrima.
Historias de las calles de Taxco
Las historias que se desprenden de todas estas partes arquitectónicas no en todos las situaciones invocan hechos contentos o simplemente anecdóticos. La calle de las Estacadas rememora el martirio que muchas damas de la fase de la colonia de españa vivieron, una vez que fueron condenadas por la Inquisición a morir penetradas por una estaca de madera afilada montada sobre una roca de un metro cúbico. Esta herramienta de tortura y muerte es exhibido en el Museo Colonial de Taxco.
La vieja calle del Corcovado traslada en este preciso instante el nombre del ilustre dramaturgo mexicano del Siglo de Oro Español Juan Ruiz de Alarcón, cuya figura deforme le había dado dicha nomenclatura a fines del siglo XVI o a principio del XVII. La casa de Ruiz Alarcón estaba enfrente del Templo de la Veracruz, exitosa hoy en dia ya que de ella parte la procesión de los Encruzados, es decir, los encapuchados que se autoflagelan en la Semana Santa.
El callejón de las Cena a Oscuras se denomina así ya que todavía en la primera mitad del siglo XX la sinuosa vía urbana, de no mucho más de 3 metros de ancho, tenía iluminación nocturna bastante poca y la mayoría de las familias cenaban a tientas u oscuras. El nombre, sin embargo, viene de la Colonia y sin duda se deba a la escasa luz que constantemente hay en la callejuela por cierto en pleno día.
En su poema La calle de los Pajaritos, don Rogelio Avilés cuenta que en ésta vivió en otros tiempos una anciana llamada Chonita, que daba de ingerir día tras días a las aves callejeras y del bosque, dentro urracas, pichones y gorriones, por lo que su vivienda constantemente estaba colmada de cientos de aves?.
Leyendas de las calles de taxco
En la leyenda de La dama del Puente Campuzano el mismo constructor plantea que esta construcción recibió aquel nombre pues alguna vez existió una chica taxqueña bastante linda llamada Amelia, que trabajaba en Iguala y a la que un caballerango de Iguala pretendía con malas pretenciones. Al no hallar éste su objetivo por las buenas, la secuestró a lomo de caballo. En camino a Iguala, previo a llegar al puente Campuzano, la chinita fingió una necesidad y solicitó al jinete que parara y la dejara descargar.
Éste accedió y permitió que Amelia se metiera al cerro, empero no alertó que a su retorno llevaba esconde entre sus ropas una roca lo bastante enorme y sólida para golpearlo en la nuca y matarlo una vez que ella estuvo de nuevo montada en ancas. Al caer el caballerango, sin embargo, el animal se encabritó y espantó propiciando que luego Amelia además cayera, se atorara de uno de los estribos y falleciera arrastrada por la bestia.
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